miércoles, 22 de diciembre de 2010

Nubes rojas
Martes 13 de Enero 2009
Comentario.

Los otros:

Es imposible comprender al otro, el otro, los otros, el tu, lo ajeno que son los demás a mí me hace imposible entenderles, comprenderles.
¿Que son los demás? Para mi son un universo distante, complejo, tan lejano en su cercanía, de una compleja simplicidad inescrutable.
No se puede conocer a fondo a nadie, cuando mucho, uno tal vez pueda rascar un poco del oxido de la armadura que nos cubre, se podrá, cuando mucho, describir la forma, carácter, tamaño y composición del oxido superficial que es la apariencia, pero poco se podrá decir que la persona que vive debajo del capullo protector de su imagen.

Descubro siempre con asombro hábitos y experiencias, realidades distintas que me sorprenden en las personas que son tan cercanas a mi y que en mi embelesamiento creo que ya no pueden sorprenderme. Como me avergüenza mi ignorancia de los otros, de lo que son y de mi mismo.

Me gustan esas pequeñas galaxias que son los otros. Con su pléyade de constelaciones. Con sus depresiones que son sus agujeros negros y con sus chistes y rabietas que son sus supernovas. Con sus chispas creativas que son sus nebulosas y con sus inmensos secretos que flotan en todo su ser. Me gustan sus distancias imposibles, lo complejo y sencillo de su inmensidad universal y única, me agradan por ser irremisiblemente como son, tan distintas a mi, tan infranqueables, tan inconmensurables y definitivamente tan ajenas e ignotas.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Fish!!

Nubes rojas.
Lunes 19 Enero 2008
Correo electrónico.

Palabras. Fish!!:

Volteó hacia el cielo, en el mismo momento en que se preguntaba como se había metido en tantos problemas. ¿Cómo? Sacudió la cabeza mientras se arreglaba la bufanda azul y decidió apretar el paso mientras ojeaba a ese pequeño tirano con manecillas que es el reloj. Se hace tarde, pensó y empezó a remontar la corriente de transeúntes que compartían el mismo rumbo y que formaban un flujo constante, casi una marea. Volvió a pensar en el cielo, plomizo pero despejado, libre de esos manchones que son las nubes mientras la corriente humana llegaba hacia el en oleadas cada vez mas altas, de próxima marea.
Reviso nuevamente el reloj mientras apretaba el paso, se pregunto como era posible que hubiera sido tan tonto de aceptar tantos pesos y responsabilidades, tantos objetivos y tantas ambiciones, tantas, que en este mismo momento se diría que le pesaban, como su sombra que en este momento empezaba a agobiarle y le lastraba mientras arañaba con su obscuridad sobria las baldosas de la banqueta. ¿Cómo había sido tan tonto para dejarse engatusar , haber caído en la trampa y haber mordido el anzuelo? Se sentía desesperado, apunto de explotar, arrastrado y para colmo tarde. Tantas cosas le llenaban la cabeza, el trabajo, las responsabilidades, los objetivos, las exigencias, el hacer, el tu debes, todo y para colmo tarde. ¿Y si fracasaba?
Como si nada pasara, empezó a sentirse raro, mientras caminaba le atosigaba una sensación molesta, como sí su sombra empezara a volverse ligera, como si esta se fuera despegando del suelo, o como si se estuviera desgastando contra esa lija o esmeril cualquiera, llama suelo. Sacudió la cabeza para intentar librarse de esta idea mientras apretaba el paso y el rumor creciente de una ola rugía súbitamente a sus espaldas. Mientras alzaba la vista al cielo alcanzo a ver como la inmensa ola de su sombra se alzo desde sus pies y a sus espaldas para romper con estruendo inaudible sobre su ser.
Pudo sentir como si le faltase el aire. Sofocado, era consciente de como de su cuerpo brotaba esa humedad fría y salada que uno asocia al miedo y como esta ajena pero muy propia agua de mar lejano e imposible le mojaba la camisa, el abrigo, la azul bufanda y el periódico que sostenía mientras seguía apretando el paso para no llegar tarde, intentando escapar de la marea negra de su sombra que le inundaba los pulmones. Sintió como la opresión y sentimiento de asfixia continuaban, hasta transformarse en un pánico helado que le recorría el cuerpo mientras sus ropas se empapaban mas y mas de ese sudor obscuro y salado que súbitamente había tomado por asalto su cuerpo. No podía respirar;Aterrorizado intento gritar, pero el anzuelo que tenia atorado en la garganta se lo impedía mientras súbitamente se desplomaba en la banqueta.
Boqueando, con los ojos dilatados se fue convulsionando sobre el suelo, con movimientos violentos, de ahogado, su mar interno, ahora fluido, formaba un charco de humedad lejana bajo su cuerpo. La marea humana se arremolino en su flujo mientras el yacía en suelo, como el agua que se encuentra con una roca a mitad del río o la marea que se encuentra con un escollo en la playa, esta marea se volvió rumorosa en voces mientras observaban el espectáculo del ser que se revolvía y boqueaba desesperado con cada vez menor intensidad.
Mientras abría y cerraba la boca con ansia decreciente, podía sentir el frío corte del terror en su garganta y sus ojos dilatados pasaban de ser limpiamente transparentes a tornarse vidriosos, se preguntaba en su paranoia, como había sido posible que el sucumbiera y quedara ahí, inmóvil por el peso de ser arrollado por aquella inmensa ola de su sombra, como podría acabar todo aquí; Abatido por las olas de su problemas.¿Como podría ser cierto esto? El fenecer acabado por su eterna compañera de existencia.
Lo último que sintió antes de ahogarse y ser arrastrado por la corriente, fue como unas pocas gotas frías y saladas le surcaban la espalda y recorrían el cuerpo suave, liso y escamoso, que lentamente se tornaba frío y se integraban al pequeño mar que se había formado bajo su cuerpo después de haber sido arrollado por la ola de su sombra y el peso de su gris existencia y que en lenta resaca regresaban lentas y rumorosas hacia el mar, siempre al mar.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Hoja en blanco.

10 de Junio 2008.
Correo electrónico.

Hoja en blanco.

Y en un principio existía el vacío... Bueno, no, no precisamente un vacío, había algo, que era todo y no era nada. Era la materia virgen de la podría generarse un universo, era, no el origen de las cosas, pues de el vacío no puede generarse nada y al mismo tiempo no era la nada. Pues la Nada es la ausencia total de todas las cosas, y aunque no había algo dentro de este espacio, el hecho de que este existiera significaba que por el mero acto de ser, este era todo...Y Nada. Dentro de el, en cada dirección en la que uno volteara se encontraría rodeado de un puro, inmaculado y marfilado espacio blanco, que nos haría creer que este lugar era el interior de un hueso, de un vaso de leche o de una lampara de mercurio. Blanco y blanco, blanco hacia la derecha y la izquierda, blanco a nuestros pies y en nuestro cenit. Y silencio, y fuera de esto nada mas. Y así, durante algún tiempo, mucho o poco, esto fue el lugar en donde ocurrió el origen, como lo que era, el sustrato donde la creación se establecería.

Todo empezó como empiezan todas las cosas; Por el principio. Y principío como principian todas las cosas; Con un hecho nimio, insignificante, casi inútil e invisible. En algún momento, en algún lugar de este cuasi-vacío apareció el origen, el primer acto, el aviso de lo que vendría, así es que todo comenzó con un pequeño, diminuto e insignificante punto.

Durante un momento, o muchos momentos, o años, o quince milésimas de segundo el punto existió, solo, inmutable, en medio del espacio blanco, inmóvil, pues no tenia pies para caminar, alas para volar o un cuerpo largo que le permitiera reptar. A pesar de ser redondo, o parecerlo, el punto no empezó a rodar por el espacio, permaneció solo, inmóvil, inútil. Pero solido y existiendo. Y era esta cualidad, la de la existencia, lo mas valioso que tenia este punto, estaba solo, sí, pero el hecho de existir en donde solo había habido un desierto bastaba para que este punto fuera todo, valioso como un diamante, aunque, de hecho todavía los diamantes, el oro, las estrellas, las lagrimas, los niños, los besos, las caricias de las plumas, el sol y todas las demás cosas valiosas no habían hecho su aparición.

Y el punto existió y eso era bueno y luego apareció su hermana; La linea. Que no era mas que la expresión femenina del mundo al ser la unión infinita de puntos o la unión de dos puntos separados. Y así, aunque solo dos, la unión de lo masculino del punto y lo femenino de la linea dieron a luz a la figura. Que, durante algún tiempo existió sola rodeada del espacio a su alrededor.

Esta primera figura o trazo primigenio fue el patriarca y el origen de todo lo que después pobló el espacio, de las cosas con alas y con ojos, de las bocas solitarias, de las figuras que parecían animales, de los arboles, de las hojas y de los astros, de las cohetes y de los extraterrestres, del sol, la luna, las alcantarillas, de los trazos firmes y los violentos, de lo virtuoso y de lo torpe, de color y la acromia, de los signos que representan sonidos, llamados letras y que reunidos hablaban sin hablar y sin tener boca.
Todas estas cosas se reprodujeron sin cesar hasta que ocuparon la superficie total de este universo que alguna vez parecía inmenso, inacabable, infinito. Ahora, todo lo que el creador había puesto y generado sobre el espacio se apretujaba, se asfixiaba , se empalmaba y se traslapaba. En los pocos espacio libres crecían y aparecían mas cosas. hasta que al final ya no quedo espacio aprovechable. -¿Que pasara ahora?- Se pregunto el trazo primigenio, aquel primer hijo del punto y la linea.
Observo hacia el horizonte eterno e ininterrumpido que se extiende en todas direcciones, hacia la derecha, hacia la izquierda y hasta donde se podía ver había trazos, figuras, puntos y rayas, números y letras, pero ningún espacio utilizable.

Y así parecía que seria el fin de la creación y que este espacio sería así para siempre. Pero entonces ocurrió el milagro.El creador dio vuelta a la alguna vez blanca hoja de papel y su reverso blanco brillo frente a sus ojos, nuevo, reluciente, virgen, una promesa en sí mismo como lo había sido el otro lado cuando se encontraba vacío. Su blancura era una invitación a ser llenado nuevamente y de una forma totalmente diferente. De crear , otra vez, un universo único e irrepetible.

Y en un principio existia el vacio...

05 de Enero 2008.
Espacio en blanco.
SMS (Mensaje de texto vía celular).

Letras.


Y en ese momento, negras y pesadas, las letras aparecieron. Manchando con su negrura la inmaculada blancura de la pantalla. Hubieran continuado, llenándolo todo, si ni hubieran sido detenidas por la dictadura del punto.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Sombra y vida.

23 de Junio 2010.
Blog.
Nubes rojas (Cecila Varela).
Comentario.


Sombra.

Todavía se encontraba pasmada, paralizada, mientras sus ojos, aun cerrados se suspendían a unos pocos centímetros del frío concreto de la banqueta. Aún no osaba moverse, paralizada por el acto que recién, hace algún breve momento le había pasado. Las palmas de sus manos, levemente desolladas empezaban a dolerle, tanto por el raspón sufrido como por la fría incertidumbre acerca de lo que deberían de hacer. Se quedo quieta, un momento. ¿O tal vez muchos momentos? Su cuerpo mantuvo la posición que algunos llaman de "saludar a las hormigas".
Podía sentir la humedad recorriendole todo el cuerpo, impregnandole la piel, haciendo que sus ropas se saturaran de agua y haciendo que estas se le pegaran al cuerpo como una segunda piel.
Lentamente se fue incorporando mientras pequeñas gotas de agua fueron surcando su piel desde el norte de la frente hacia el sur de su boca, eran saladas, sin duda. Gotas de mar surgidas de pronto. Como le dolían las frías gotas de este mar lejano e imposible mientras le surcaban la espalda a medida que se incorporaba, como hojas de frío acero acero cortandole la dermis de su espalda mientras se dirigían al sur, siempre al sur, hasta la Patagonia de sus talones y el Ushuahia de su dedo pulgar.
Lentamente se puso de pie y miro a su alrededor, el pequeño semicírculo que se había creado a su alrededor y el diminuto rastro de humedad que había quedado en el suelo y aun mostraba donde se había encontrado su cuerpo hace unos instantes.
Con paso lento, inseguro, pero aun desafiante se fue alejando, muda, mientras un campo de rojas amapolas surgía en sus mejillas del lugar donde, por sorpresa, fue Abatida. Que insoportable fue su pasmo y su vergüenza al haberse visto derribada, de pronto por el peso de la ola de su propia sombra.

Una nueva gota rodó por su frente hasta sus labios, salada, sí, como el inconmensurable mar de su sombra que recién la había arrollado. Sintió miedo y una fría humedad que surgía y le recorría la piel; Aun podía sentir la resaca de este océano en la planta de sus pies.


Vida.

Mientras caminaba por el mundo, mientras el enorme peso contenido le arqueaba las espalda, le destrozaba las alas, le desprendía las plumas y le encorvaba las piernas se preguntaba hasta cuando podría aguantar.
Es cierto que alguna vez leyó que el peso, mientras mejor estuviera repartido en el cuerpo y mientras se pudiera distribuir sobre este, como si fuera ropa, desgastaba menos la resistencia física. En este momento ciertamente lo dudaba.
¿Cuando había empezado a cargar con este gran peso a cuestas? Ya no lo recordaba, solo sabia que había empezado como una pequeña canica que cada vez se había hecho mas y mas grande, a medida que crecía y maduraba. ¿Maduraba? No, mas bien envejecía, si, eso es. Este peso crecía y crecía hasta que casi le había sepultado.
En eso momento paro, cansada, resollando y miro el muy lejano horizonte. ¿Cómo llegar? Farfullo. ¿Si el peso de su vida le aplastaba?¿ Si las expectativas de lo que era, y debía de ser le pesaban tanto?¿ Si sus ambiciones le anclaban al piso? Dio un paso mas antes de caer, sepultada por el peso de su vida y allí se mantuvo, por muchos y largos días, sepultada por el inexorable peso de su vida que le impedía moverse hacia ningún lado.
Solo le quedaba una opción librarse del peso para, de una vez por todas empezar, nuevamente, a vivir. Y sentir una pequeña canica a sus espaldas que cada día crecía mas y mas...

jueves, 25 de noviembre de 2010

05. Chole

10 de Julio del 2008.
Correo electrónico.

Mi Chole:

Receta para estar con Chole: Pongase en cualquier lugar que le apetezca, de preferencia uno que no tenga mas presencia que usted, o por el contrario uno donde la concurrencia sea abundante. Observe con detenimiento a su alrededor y luego procure acostumbrarse a su entorno, lentamente, paulatinamente tome conciencia de lo que es. No intente reflexionar acerca de su persona, lo que hace o por que esta aquí. Solo tome conciencia de usted, de que existe, de que esta separado de todo y de todos lo que lo rodean, de que es una unidad, única e indivisible, de que habla y camina, de que el mundo se vuelca hacia su interior vía sus ojos y sus oídos, de que usted, a pesar de que forma parte del mundo esta separado de el. En ese preciso momento usted se dará cuenta, que ya sea aislado o acompañado usted esta solo.
A pesar de que uno cree que esta solo, uno esta acompañado. La soledad esta al lado de uno. Si uno lo piensa, se dará cuenta que hasta el mas abandonado de los náufragos siempre estuvo acompañado. Rodeado de la mas absoluta soledad. O sea la soledad primigenia y en su forma mas pura, como lo fue en un principio, desde el origen del mundo. Aquí, debemos de plantear la duda primigenia acerca de que fue primero, es decir: ¿La soledad existe desde el origen del mundo?¿O nació con el hombre? Sabemos que los animales, aun cuando están solos no sienten soledad. Esto se debe a que no son conscientes de son, solo son lo que son y deben ser y por eso son parte del mundo. Pero nosotros, los hijos de Eva, los nacidos después de los dolores, el pasto que el mundo rumia entre sus dientes somos dolorosamente conscientes de lo ajenos que somos de la existencia del mundo. De hecho nuestra existencia y el orden del mundo son básicamente opuestas, rígidas, inclaudicables. Por eso es que nuestra soledad nos acompaña desde que nacemos y continua con nosotros hasta que regresamos al seno de la tierra. Siempre cerca de nosotros, pero procurando pasar desapercibida. Es tan común a nosotros que por eso yo ya no le llamo soledad, no señor. ¿Cómo se puede ser tan formal con alguien tan cercano a uno? Por eso yo le llamo con un nombre mas cordial Chole, o mi Chole.

Relación rara es la que tengo con la soledad. En su compañía e tenido algunas de mis mejores ideas, aunque no gracias a ella. Con ella he tenido algunas de mi peores horas y ella es la única que me ha visto como soy cuando estoy totalmente abatido. En esos momentos me doy cuenta de que Soledad no es una amante delgada, pues su abrazo esclaviza y su peso me atrapa. Siento como si por un momento fuera a fallecer ahogado bajo su peso mastodonico y como su garra me destroza el corazón. Es amante enfermiza en verdad, pues nos deja liberarnos de ella con la ilusión de cariños menos dañinos, pero al menor desengaño que suframos allí estará allí para volvernos a tender su frío y férreo abrazo.
Es también persona que no le importa si uno esta solo o acompañado, pues a veces, en esos lugares llenos de música estridente y cuerpos que se ondulan, como vistos por cristales de aumento (que bailan, que así le llaman), donde las platicas a gritos salen de bocas que pronto quedaran afónicas a oídos que nada entienden, puedo sentirme en la mas completa soledad, al saberme separado de lo que pasa a mi alrededor. También en lugares, donde el peso de la demografía intenta ocupar el lugar de uno, como en un vagón de metro en hora pico uno puede darse cuenta que a pesar de esta aplastado y rodeado de una masa humana que busca la rendición de uno vía la sesión del espacio físico que uno utiliza y a pesar de que el monstruo humano de infinitas cabezas e infinitas manos que buscan instintivamente las redondeces inferiores de los sexos contrarios, ya sea con fines de placer propio o ajeno, de afán de molestar u ofender, o simplemente para robarnos la billetera uno se sienta increíblemente solitario.

Aunque mi soledad me pesa a veces, no la deseo ni le temo. La acepto como acepto mi cansancio, mi deseo, mi apetito y mis desvaríos. La acepto como el buen o mal día, la ausencia de lluvia o el chaparrón, los besos perdidos, recibidos, deseados y guardados, el placer dado y recibido, los dolores y las penas así como las alegrías y las euforias.
Solo le puedo estar agradecida por algo, que apesar de lo que es, y a pesar de lo que soy ella esta siempre conmigo, en las buenas y en la malas y se contentara, con que algunas veces, las mas algunas, las menos otras le deje entrar en mi vida, como todo lo que existe.

lunes, 22 de noviembre de 2010

04. Dedos.

Primero de Agosto 2007.
Correo electrónico.

Dedos.

Suspendidos, dudando, animados por su propia inteligencia, mis dedos esperan. Lentamente, inseguros descienden sobre las blancas claves del teclado, teclado este que es un ser de sonrisa eterna y muchos y variados dientes blancos e inmaculados, de muchos sonidos y muchas palabras, aunque mudo en esencia, pues su labor no es el ser creador, sino traductor y medio entre mis dedos y la pantalla que vez.
Lentamente, torpemente, los dedos empiezan a hundir las teclas de una a una, primero sin ritmo y faltos de cadencia, como si de las piernas de un niño pequeño se tratasen, que cae a cada dos pasos y para el cual cada momento de pie es un triunfo. Con calma, las piernas de mis dedos niños pasan de la primera infancia a la adolescencia, y como buen púber se mueven a gran velocidad, aunque sin ritmo, con violencia, con frenesí se mueven, como sus símiles, de arriba abajo. De un lado al otro, rápido, rápido, pues parece que el tiempo fuera eterno y el tiempo para la reflexión lejano. Y de pronto, como a todos, mis dedos llegan al final de su adolescencia y en su primera edad adulta o madurez se detienen y ven lo que han hecho recientemente. Se disgustan con lo que ven, faltas de redacción y ortografía, de puntuación y de coherencia, se preguntan como objetos lucidos que son, como han podido mal interpretar las señales que el cerebro mando y que a falta de oyente no interpreto la boca. De como las palabras nunca dichas pudieron ser deformadas hasta este punto. Se ven a si mismos y se excusan, los dedos de la diestra o derecha disculpan a sus pares de la izquierda o siniestra y argumentan, no sin razón que las palabras que puede decir una sola boca, pueden ser difíciles de escribir e interpretar por solo cuatro dedos, que son con los que escribo. Recuerdan también que ellos son, por derecho propio tanto o mas inteligentes que el cerebro, pues en tantas ocasiones han sido hábiles para reconocer temperaturas y texturas y han compuesto, modelado o dibujado mas haya de los limites racionalmente dispuestos por el tirano que mora la cabeza. Para ellos la inteligencia viene te todos los lados, de la periferia del cerebro, del ojo que enfoca, discrimina y sabiamente reconoce todo aquello fuera del alcance de las manos, del gusto y el olfato que distinguen las sutilezas del mundo y del oído que nos da el vibrato de la creación. Al fin y al cabo ¿Que es el cerebro? Es una gran masa gris que mora dentro de la cabeza y que cree, dentro de su falso raciocinio, que puede entender el mundo a través de lo que los sentidos le informan, pero que se auto engañara si así le conviene o para olvidar algo, es un dictador de memoria selectiva y orden titubeante. No, el cerebro que intenta robarle la esfera de los sentimientos al corazón no puede ser creativo. Creativos somos nosotros. Razonan y llegan a consenso los dedos. Creativos somos, por que creamos, mas haya de lo que el cerebro nos instruye y por eso en un acto de conciencia humilde, a veces el mismo cerebro se sorprende de los resultados de lo que el cree es el resultado de sus ordenes. Los dedos meditan por un segundo y razonan, que, no son solo el centro del poder creativo y apéndices multicerebrados con un pequeño genio creador y fecundo en cada uno. También son el medio por el cual los designios del corazón, esa víscera vulgar que parece ser solo bombea de sangre, transmite sus designios. Por eso los dedos dan cariño y consuelo, saben dar y recibir amor y placer y al mismo tiempo ser duros y frágiles, y quien no lo crea, señala el dedo indice, intente acariciar a su ser amado con el codo y ya vera que no es el mismo. Culmina.
Descanso un momento y me alejo de la computadora, dejo que los dedos exploren el texto y detecten los yerros, que los hay, en un texto que fue hecho. Se mueven de arriba y abajo, se entornan y por ultimo se cierran, formando esa rara sonrisa con lo que demuestran su complacencia.
Los dedos, expectantes se relajan y regresan a la mano de donde nunca se fueron para ser veinte apéndices de un hombre que a veces los pone a trabajar.

sábado, 20 de noviembre de 2010

03.Tlalóc II


Ilustración: Abril Castillo.

13 de Septiembre del 2010.
Blog ( Comentario).
Como un acuario.

Abril Castillo.

Tlalóc II

No es que llueva mucho por el cordonazo de San Francisco. Lo que pasa es que Tlalóc, señor de las aguas y antiguo regente de este valle de lagrimas que llamamos Anáhuac o lugar cerca del agua, quiere recuperar sus territorios. Lugar este que antaño fue de mucha agua y poca tierra, reflejados en la luna llena. Espejo de plata que refleja en su conejo, Tochtli celeste, el patrón formado por las lagunas de Texcoco, Xochimilco, Zumpango y sus estribaciones, teniendo en su ombligo a la ciudad de Tenochtitlán, o México, que se significa como el lugar "En el ombligo de la luna".
Pecados hemos cometido los hijos de este quinto sol, y por eso debemos desaparecer como los hombres de antes, los mas primeros, los que desaparecieron en aquel diluvio universal que convirtió a los hombres de palo en monos.
Por eso llueve a cántaros, a raudales, con las compuertas de los embalses del cielo abiertas en una calculada venganza del ingenio hidráulico de Tlalóc, que intenta destruir la ciudad de los IMECAS, esa, fundada para gloria del dios Ozonotl, deidad moderna del panteón mexicano. Señor de la cara humeante, del valle nuboso y de la inversión térmica. Señor de los mil cuchillos de obsidiana que atraviesan punzantes los pulmones de los capitalinos devotos a el. Que sacrifican sus pulmones en los Teocalis del los autos, del humeante transporte publico, en los Teocallis de hierro y cemento de los edificios y las negras sendas de chapopote de los ejes viles.
Por eso debemos de desaparecer, librar al mundo de nuestra plaga y de nuestro sin razón, barridos por aguaceros de dimensiones bíblicas. De canto fuerte y ensordecedor. Desapareceriamos barridos por las olas de esta marejada que, contrariando a nuestro sentido común, se deja caer desde este mar azul que es el cielo, ahora, en estas fechas mar tormentoso y atribulado.
Desapareceríamos. Si. Si es que esta fuera la voluntad del señor de las aguas. Pero no la es, es cierto que le gustaría volver a tener su gran Teocali en el centro de nuestra México Tenochtitlán, que le encantaría tener regresar su reino lacustre en las alturas, pero Tlalóc es señor de dualidades, lo mismo quita la vida que la da, y ahora el prefiere dar vida, regarlas milpas, llenar las presas que surten del vital liquido a esta ciudad de los Imecas. Para lago y reino le basta el espejo de agua desde donde su monolito regentea sonriente el paseo de la reforma. Pero no nos confiemos, que nuevamente los nubarrones se juntan y el cielo se encrespa, en oleadas, recordemos que aunque es un dios apacible y bondadoso Tlalóc también puede ser amenazante con nosotros, recordandonos quien manda. Pues aunque justo, sabio y bondadoso ni el es libre del gusto de darle a sus hijos un gran, doloroso y sorpresivo jalón de orejas.

jueves, 18 de noviembre de 2010

02. Tlalóc (I)

18 de julio 2007.
Correo electrónico.


Tlalóc:


Las lluvias de estos últimos días, que han sido de proporciones monzonicas y diluvianas han hecho que la mayoría de las personas que ocupamos (Iba a decir habitamos, pero el termino me pareció harto pretencioso) este pequeño espacio geográfico que llamamos D.F. y su zona metropolitana dirijamos sendos recordatorios maternos al que creemos autor de estos eventos naturales. O sea al mismísimo dios de las aguas, al amo y señor del Tlalocan; A Tlalóc.

Para todos nosotros, Tlalóc no es mas que una mención aburrida en los libros de historia, señor de las aguas, deidad prehispánica que no pasa de ser una mención anacrónica en nuestra modernidad, donde otros dioses, mas interesantes y post modernos, como el dinero, un coche poderoso o la economía burda y los medios de comunicación parecen tener un mayor influjo sobre nuestras vidas que los ciclos del agua.
Así pues, la versión corpórea y tangible del dios de las aguas no pasa de ser la del monolito imponente, si, pero empequeñecido por la urbe que le rodea, afuera del museo de antropología.
Este monolito, inmenso y de formas vagas preside lo que fue uno de los símbolos de un país que fue y miraba con fe hacia un futuro que no se dio.
Desde su espejo de agua el gran ídolo observa la avenida,que se extiende frente a el, donde un fluido de autos, todo metal , caucho, personas, sudores y humores diversos fluyen como sangre por las arterias capitalinas. Si uno observa bien, se dará cuenta que la gran figura pétrea no tiene sino solo algunos rasgos reconocibles: Las indicaciones de un penacho, las oquedades de donde algún día, que nunca llegara, deberían de haber sido labrados los ojos, las insinuaciones de un taparrabos y su falda votiva y en su base, los rasgos de uno pies inmensos en los que se adivinan las sandalias. Sobre su rostro, si es que rastro tiene, se ven dos lineas paralelas donde, en otros tiempos diestros escultores iban a colocar postes de madera de pino, los cuales, una vez bañados de agua hirviente reventarían la roca y nos dejarían la oquedad que marcaría la nariz y la boca cubierta por su nariguera. Por que en cuestión de modas divinas Tlalóc aventajaba a todos, siempre tocado con sus plumas de Quetzal, con orejeras y narigeras de jade, con falda votiva, con adornos en sus huaraches y en sus grebas. Y a pesar de todo, la roca burda solo nos da un indicio de lo que pudo haber sido. Por su parte trasera el monolito tiene una inmensa protuberancia que se ancla a unas fortísimas trabes de metal que soportan la roca y que impiden que se vaya de espaldas. Razones sabias fueron las que convencieron a los arquitectos a ponerselas, pues en cuarenta años en este sitio el monolito a presenciado movimientos y protestas, marchas de orgullo gay, oleadas de turistas japoneses y europeos, punketos y darketos, microbuceros, dos restauraciones al paseo de la reforma y por último, apenas hace dos años, al plantón de plantones. Todas estas, causas que hubieran hecho irse de espaldas hasta al monolito mas plantado. Por último, la piedra ofrece los dos muñones de sus imposibles manos hacia enfrente; ¿Hacia la avenida?¿Hacia el pueblo? No. Los ofrece con sumisión, los ofrece para que nos lo llevemos preso.

Antes de que los Aztecas llegaran al Anahuac (región cerca del agua) Ya los teotihuacanos habían empezado a tallar, en las faldas de un cerro volcánico cerca de Texcoco un inmenso monolito de su deidad del agua.
En algún momento, los maestros escultores decidieron abandonar el bloque. ¿Tal vez era demasiado pesado para transportarlo, y solo hasta que llevaban el trabajo avanzado se dieron cuenta?¿Era demasiado difícil trabajar este basalto volcánico? ¿O tal vez, el interés por hacer la imagen decayó? No se sabe. pero después de haberle forma, precaria, apenas esbozada, los hacedores abandonaron al inmenso monolito con el rostro dando al cielo.
El tiempo paso, durante cada año la lluvia se presento puntualmente, en temporada y cada año. Nuevos pueblos, venidos del norte re descubrieron la roca que asociaron con su deidad del agua y así le llamaron. Y como cada cosa existe solo a partir del momento en que es nombrada así nuestro bloque de piedra surgió a una vida nueva como monolito de Tlalóc, tirado en el suelo, hijo de la piedra unida a su madre veta, que de vez en cuando era adorado por algunos pobladores locales.
Con su cara pétrea miraba al cielo con ojos que no existían, y que en caso de existir no podrían ver nada pues de piedra eran. Veía, cada mes, como la región lacustre se reflejaba en la luna llena, y como en la parte media del reflejo lacustre habitaba la imagen de la ciudad que de reojo sabia que se había plantado a la mitad del lago de Texcoco. En el ombligo de la luna, México, que así se decía. En su piel de piedra se podría sentir la tranquilidad del que no es nada mas que un monolito tirado en la falda de un cerro volcánico.

Pero estas tierras cambiaron, a al menos, para los hombres , pues, hasta donde sabemos las piedras son inmunes a emociones y razones humanas. Por lo que la piedra no pudo sentir el flujo de los tiempos y predecir, como en algún momento de mil novecientos sesenta y cuatro un grupo de obreros empezó lo que otro grupo de trabajadores dejo inconcluso hacía ya mucho tiempo atrás.
Después de mucho trabajo, quedo la roca separada de su madre veta. Este no fue un parto sin dolor, pues los habitantes del lugar intentaron impedir el rapto. El gobierno prometió que a cambio les daría una replica, una copia. Y como no hay plazo que no se cumpla, hace unos días, mas de 40 años después, la replica del monolito se alza, nueva sobre la plaza del pueblo..Pero esto es tangencial.
La inmensa piedra de mas de 60 toneladas fue cargada en una plataforma y con su cara al aire fue transportado hacia el nuevo museo. En el camino la muchedumbre se apretujaba para ver pasar al dios.Después de unas horas el monolito llego al Zócalo, lugar donde alguna vez estuvo el supremo Teocalli, donde saludaría al Presidente Díaz Ordaz, este se asomo al balcón del palacio y dirigió su mirada a la inmensa figura de roca. Sus miradas se cruzaron y se reconocieron. De monolito a monolito, de cabeza de piedra a cabeza dura, de facciones de roca a facciones duras, del que fue hecho para recibir sacrificios de sangre, al que los haría. Si, se reconocieron y ambos vieron en el otro a dos monolitos enormes pero disimbolos; Los dos extremos de misma cuerda.
Al final. El monolito llego, con la noche avanzada, a su lugar actual. Y lentamente fue colocado en el centro del espejo de agua y asegurado. la masa le veía expectante y ahí acurrio el milagro...

Apenas fue colocado, algunos reporteros de los que allí estaban se burlaron de que este monolito, si bien un dios, era bastante chafa y balín. ¿No esta ya allí y no había llovido?
Al poco rato empezó a llover, primero con gotas delgadas y distanciadas, después con una lluvia fina y tenaz y por ultimo con un aguacero de gruesos goterones que lo empapaban todo. Pronto, el agua de empezó a encharcar en las calles y el mundo a los pies del monolito, por primera vez de pie, empezó a parecerse de nuevo a la región lacustre donde alguna vez se acento la ciudad.
La lluvia fue tan intensa que el agua penetro en las bodegas del Novísimo Palacio de Hierro en la calle de Durango, anego casas. Tiro arboles. Llovió y llovió...

¿Atrajo el dios prehispánico al agua o el agua espero hasta que el llegara? No se sabe, lo que si se sabe es que un par de personas presentaron, ante el ministerio publico sendas demandas contra Tlalóc, el instituto de antropología, o ante quien resultara responsable, por daños y perjuicios.

Y así fue por lo que el monolito de Tlalóc se convirtió en el primer y único dios demandado ante el ministerio publico.

Eso explica el gesto compasivo, piadoso, sumiso y al mismo tiempo burlón de sus dos muñones- manos que se extienden hacia la avenida. Esperando que alguien venga a llevarlo preso, por que eso si; Se sabe que estos labios petreos jamas emitirán declaración alguna. Pues en eso de las declaraciones y las disculpas los dioses monolíticos no conocen de disculpas ni tienen voceros que los excusen por sus procederes.

Así que si tu eres uno mas de los que despotrican por estas abundantes y copiosas lluvias piénsalo dos veces. Si a pesar de estar demandado Tlalóc no se a movido ni un centímetro ni amilanado de ninguna manera, lo que les digamos nosotros, pobres mortales le tiene sin cuidado. Así que, serenidad y paciencia.
Pero, si alguna vez va a visitarlo, fijate bien y veras como, a pesar de lo que le digamos, los orificios que están dentro de lo que debería de haber sido su boca esboza una leve sonrisa.
Si esto una vez fue lago, bien lo podría ser de nuevo. Al fin y al cabo, las figuras de piedra son famosas por su paciencia, tienen todo el tiempo, todo el tiempo de el mundo.

01. Presentación.

18 de Noviembre 2010.

Escribo, poco y malo. Tal vez, el iniciar con esta sentencia, acerca de los textos que pronto volcare aquí no tiene sentido. Lo que si se es que desde hace algunos años me ha surgido la necesidad de escribir, ya sea como respuesta a "correos cadena" o a entradas de "blogs". Soy presa de una obsesión, la de llenar el espacio con letras y palabras, que algunas veces, en feliz coincidencia, llegan a tener orden y sentido.

Por otra parte escribo para los demás. Si no fuera así:¿Que sentido tendría este espacio? Te escribo a ti,en la lejania, quien no solicitaste ni pediste que te escribiera. Tal vez descubras con gusto, que encuentras aquí el texto que buscabas. Aunque esto ultimo es, más bien, una licencia poética demasiado optimista.

Suerte y espero que lo que veas aquí sea de tu agrado.


Dedicatoria:
Para "K" que esta en algún lugar lejano e imposible: El otro lado de la pantalla.