martes, 5 de noviembre de 2019

Y aquí, nadie opina...

Dicen los merolicos de la post - modernidad, los palafreneros de lo moderno, los propagandistas de último y los adalides de la quinta revolución  industrial (Tan dolorosa y extrañamente parecida a la primera.) que debemos sucumbir, todos sin excepción, a las famosas redes sociales, a hacernos públicos,  a convertirnos en "seres digitales".
Nos dicen, que si tenemos perfiles de facebook, posteamos nuestro trabajo en Deviantart, ponemos y hacemos públicos nuestros contactos de trabajo en linkedin o tenemos un blog como este,  todo el mundo sabrá que existimos, que valemos y que tenemos algo que decir y que la gente de aquí a la China y hasta el lejano Rajastán tendrán conocimiento de ello. Veo, sin ningún tipo de sorpresa, lo falaz de esa aseveración. Compruebo que esta pagina no es mas que un reflejo de mi intrascendente vida social y de lo olvidable y prescindible que es mi persona. Veo que la (in)existencia o falta de comentarios es proporcional al numero de conocidos y a la atención o interés que uno les genera o les pudiera despertar.
Veo con mucho a grado (Alguien dirá; " Placer morboso") que cuando no este aquí nadie le tendrá que solicitar a Google "mi derecho a desaparecer " pues no habra mucho que buscar o que quitar.
Me regocijo entonces de esta situación: La de ser alguien dentro de las redes, pero bastan te olvidado (Y olvidable) dentro de ellas.
Al fin al cabo, hoy, como ayer; Nadie va opinar nada, por que esto se perderá, nadie lo leéra por que no es buscado, ni remotamente necesario.