miércoles, 15 de enero de 2020

Veinte, veinte...

Leí hace un poco que el próximo año sera difícil, como todos diría yo,  tal vez el autor de esas palabras se refería a que el siguiente ciclo anual sera, particularmente difícil en comparación a la historia reciente. El próximo año, ese que esta por nacer, nacerá viejo, prematuramente avejentado, continuador de los problemas, haberes y deberes de este año 2019 que esta cerca de expirar. Es verdad esto, este año vera la luz un poco viejo, como todos nosotros lo seremos un día mas el primero de Enero. Estaremos, diría Sartre un día y un año mas cerca de nuestra muerte, de esta, la perpetua y silenciosa acompañante que nos sigue silenciosa por toda partes y que nos acompañara siempre en todos los caminos.
Parecerá entonces un despropósito el desearte un buen año, pero me atreveré a hacerlo: Te deseo un buen año en la medida de los posible, un gran año, si los astros y las oportunidades se alinean y encuentran su cause hacia tu persona. Te deseo un año lleno de experiencias, pero también de tranquilidad. Espero que si las tragedias golpean tu vida, la afrontes con fuerza y aceptación. Que los dolores, que inevitablemente se presentan en la vida te sean sean pasajeros y sobrellevables. Que nadie cercano a ti muera, y que si este suceso inevitable acontece, tengas aceptación y rápida sanación en tu dolor.

Que las cosas previsibles del próximo año, que todos los problemas y amenazas que acechan en el horizonte sean eclipsados por cosas imprevisibles, y por lo mismo fascinantes.

 Y ahora me despido, no sin antes decir : ¡¡Salud...!! Y a dar buena cara a esta próxima aventura de 365 días llamada de hoy en adelante dos mil veinte.