martes, 6 de enero de 2015

Feliz 2015...

I.

Se a acabado el otoño y a empezado el invierno, hace poco, unos pocos
días atrás nomas, es por eso que los arboles no perennes han perdido
su follaje, o al menos estos de estas latitudes de el hemisferio norte
y no aquellos del lejano verano austral. Así es, algunos arboles, los
de ciclos estacionales han perdido sus amarillentas hojas que se
fueron desprendiendo, paulatinamente, de una  a una hasta dejar al
descubierto el maderamen de ese esqueleto llamado ramaje.
así pues un ciclo termina y otro empieza.

II.

Por fin se ha terminado; El calendario de hojitas que durante
trescientos sesenta y cinco días, mas o menos, moró en el muro de la
cocina de mi casa y que por fin a quedado desnudo, desprovisto de
todas las hojas que le cubrían, como si del follaje de un árbol se
tratara y que fue perdiendo lentamente, paulatinamente, pacientemente,
al ritmo de una por día, tal vez debido a que las hojas son de papel
estas guarden la memoria del árbol primigenio del cual se obtuvo la
celulosa con la que cada una de las hojas de este calendario estaban
hechas, hojas estas que contuvieron en su anverso los datos de la
fecha, día, efeméride, onomástico, santoral y fase de la luna, y en su
reverso, chistes, recetas de cocina, datos inutiles en su mayoria y
consejos. Parece ser que este calendario de hojas desfallecientes y
menguantes fueran una analogía de nuestra vida diaria, pues cada uno
al empezar ese pedacito cíclico de tiempo llamado día, solo podemos
ver el anverso de la fecha, pero desconocemos el reverso sorprendente
de lo que ese mismo día nos depara, esto a pesar de aquel los días son
mas sorprendentes que las hojitas del calendario que no pueden prever
las alegrías, placeres, tristezas, depresiones y desgracias que cada
día traen consigo en forma metódica e invariable.

III.

El calendario de hojas que habitaba en  el muro ha quedado desnudo,
desprovisto de hojas, su impúdica presencia me revela que un ciclo de
trescientos sesenta y cinco  días mas o menos esta por empezar, un
ciclo largo, de muchos minutos con todos sus segundos, lleno de horas,
a veces cortas y las mas largas, cada unas invariablemente equipada
con 60 minutos, de contenido variable,  trescientos sesenta y cinco
días con todo y sus noches, con todo y sus feriados y sus  descansos,
días estos que nos deparan un futuro incierto, de pequeñas verdades y
triunfos, de alegrías las menos y de rutina las mas, de tristezas,
depresiones y desgracias, de esas que el tiempo, que el próximo ciclo
traerá ayudara a curar...Así pues un año termina y otro empieza uno
ignoto, misterioso y que apenas empieza y que se llamara, de aquí en
adelante 2015.


P.D. Suerte y felicidades y que la tranquilidad impere en ti y en los
tuyos en este entorno que llamamos vida.

Feliz año nuevo.