miércoles, 1 de diciembre de 2010

Hoja en blanco.

10 de Junio 2008.
Correo electrónico.

Hoja en blanco.

Y en un principio existía el vacío... Bueno, no, no precisamente un vacío, había algo, que era todo y no era nada. Era la materia virgen de la podría generarse un universo, era, no el origen de las cosas, pues de el vacío no puede generarse nada y al mismo tiempo no era la nada. Pues la Nada es la ausencia total de todas las cosas, y aunque no había algo dentro de este espacio, el hecho de que este existiera significaba que por el mero acto de ser, este era todo...Y Nada. Dentro de el, en cada dirección en la que uno volteara se encontraría rodeado de un puro, inmaculado y marfilado espacio blanco, que nos haría creer que este lugar era el interior de un hueso, de un vaso de leche o de una lampara de mercurio. Blanco y blanco, blanco hacia la derecha y la izquierda, blanco a nuestros pies y en nuestro cenit. Y silencio, y fuera de esto nada mas. Y así, durante algún tiempo, mucho o poco, esto fue el lugar en donde ocurrió el origen, como lo que era, el sustrato donde la creación se establecería.

Todo empezó como empiezan todas las cosas; Por el principio. Y principío como principian todas las cosas; Con un hecho nimio, insignificante, casi inútil e invisible. En algún momento, en algún lugar de este cuasi-vacío apareció el origen, el primer acto, el aviso de lo que vendría, así es que todo comenzó con un pequeño, diminuto e insignificante punto.

Durante un momento, o muchos momentos, o años, o quince milésimas de segundo el punto existió, solo, inmutable, en medio del espacio blanco, inmóvil, pues no tenia pies para caminar, alas para volar o un cuerpo largo que le permitiera reptar. A pesar de ser redondo, o parecerlo, el punto no empezó a rodar por el espacio, permaneció solo, inmóvil, inútil. Pero solido y existiendo. Y era esta cualidad, la de la existencia, lo mas valioso que tenia este punto, estaba solo, sí, pero el hecho de existir en donde solo había habido un desierto bastaba para que este punto fuera todo, valioso como un diamante, aunque, de hecho todavía los diamantes, el oro, las estrellas, las lagrimas, los niños, los besos, las caricias de las plumas, el sol y todas las demás cosas valiosas no habían hecho su aparición.

Y el punto existió y eso era bueno y luego apareció su hermana; La linea. Que no era mas que la expresión femenina del mundo al ser la unión infinita de puntos o la unión de dos puntos separados. Y así, aunque solo dos, la unión de lo masculino del punto y lo femenino de la linea dieron a luz a la figura. Que, durante algún tiempo existió sola rodeada del espacio a su alrededor.

Esta primera figura o trazo primigenio fue el patriarca y el origen de todo lo que después pobló el espacio, de las cosas con alas y con ojos, de las bocas solitarias, de las figuras que parecían animales, de los arboles, de las hojas y de los astros, de las cohetes y de los extraterrestres, del sol, la luna, las alcantarillas, de los trazos firmes y los violentos, de lo virtuoso y de lo torpe, de color y la acromia, de los signos que representan sonidos, llamados letras y que reunidos hablaban sin hablar y sin tener boca.
Todas estas cosas se reprodujeron sin cesar hasta que ocuparon la superficie total de este universo que alguna vez parecía inmenso, inacabable, infinito. Ahora, todo lo que el creador había puesto y generado sobre el espacio se apretujaba, se asfixiaba , se empalmaba y se traslapaba. En los pocos espacio libres crecían y aparecían mas cosas. hasta que al final ya no quedo espacio aprovechable. -¿Que pasara ahora?- Se pregunto el trazo primigenio, aquel primer hijo del punto y la linea.
Observo hacia el horizonte eterno e ininterrumpido que se extiende en todas direcciones, hacia la derecha, hacia la izquierda y hasta donde se podía ver había trazos, figuras, puntos y rayas, números y letras, pero ningún espacio utilizable.

Y así parecía que seria el fin de la creación y que este espacio sería así para siempre. Pero entonces ocurrió el milagro.El creador dio vuelta a la alguna vez blanca hoja de papel y su reverso blanco brillo frente a sus ojos, nuevo, reluciente, virgen, una promesa en sí mismo como lo había sido el otro lado cuando se encontraba vacío. Su blancura era una invitación a ser llenado nuevamente y de una forma totalmente diferente. De crear , otra vez, un universo único e irrepetible.

Y en un principio existia el vacio...

05 de Enero 2008.
Espacio en blanco.
SMS (Mensaje de texto vía celular).

Letras.


Y en ese momento, negras y pesadas, las letras aparecieron. Manchando con su negrura la inmaculada blancura de la pantalla. Hubieran continuado, llenándolo todo, si ni hubieran sido detenidas por la dictadura del punto.

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