miércoles, 13 de abril de 2011

Duda.

Correo electrónico.
Letras Viejas
20 de Julio 2007

La duda.

A veces, cuando quiero empezar a hacer algo, no demasiado diferente a lo que normalmente realizo, un pequeño diablillo oscuro empieza a torturarme la conciencia. Este pequeño demonio empieza a aparecer, como las lejanas nubes de tormenta en el horizonte, de esas, que en lontananza se ven lisas, largas y rematadas por esa inmensas torres de algodón blanco en formas que asemejan sombreros de copa u hongos. Estas nubes de tormenta, bellas y plácidas a lo lejos cambian repentinamente cuando se acercan cada vez mas a uno.
Así pasa con la duda, o las dudas. Por que, aunque al principio parece que esta duda es una sola y única uno pronto nota que tiene muchas ramificaciones. Tal vez la duda desde su principio eran muchas y muy variadas dudas, pero, al tomar por asalto nuestra conciencia y nuestra cabeza parecieran un único animal de muchas e infinitas manos, pies y cabezas. Como hidra perversa intenta mantenernos como rehenes de nuestros propios miedos.
Si uno es ligeramente fuerte o inconsciente, podrá liberarse rápidamente de estas pequeñas fuerzas obscuras y pensar, que aunque siempre se puede albergar dudas estas son naturales y que, debido a la naturaleza de lo que uno hace, o empieza, es normal tenerlas y que unas pocas dudas no nos van a contrariar e intentamos, dentro de lo posible, continuar con nuestras actividades.
Ahí es cuando, nuevamente las dudas regresan, en este momento se aplica formalmente el termino "me asalto una duda". El problema en mi caso, radica en que mis dudas me asaltan ataviadas con pasamontañas y con rudas maneras, me golpean por dentro y me aplastan el corazón con sus botas de doble casquillo de acero. Me exprimen el cerebro mientras hacen que me coma las uñas.
Nuevamente, después de un momento, o días en zozobra, pienso que el dejar que las dudas me dominen, cual dominatriz rentada, no es, ni con mucho, una actitud prudente. Así que intento convencerme de que las dudas no me han atado y que los nudos que me marcan las manos, el cuello y mis pensamiento no son más que cosas imaginarias. Y que si la cabeza me pesa, no es por estar encadenado a mis dudas, sino el resultado de el estrés mal manejado y de mi azúcar y colesterol altos. Soy un adulto.¿O no? Así que enfrenta tus dudas y sal adelante. Y a luchar, a diez caídas sin limite de tiempo...
Así intento de nuevo sobreponerme una vez mas a la, a las, a mis dudas y continuar con mis actividades hasta que, de pronto siento un golpe en mi autoestima, hecho por la espalda;La duda me a asaltado de nuevo y esta vez, puedo sentir mis miedos y dudas empacados en el cargador de una gran duda. La cuál me apunta a la sien con su cuarenta y cinco automática de rastro expansivo. Puedo sentir el frió del cañón en mi cabeza y prever como las dudas y mis miedos están listos para dispararse dentro de mi cerebro y hacerlo estallar. La duda me paraliza. No sé que hacer.
La duda me susurra al oído con voz suave ronca y baja.
-¿Para que escribes?¿Crees que alguien le gustara, o tan siquiera lo leerá?
No vez que todo este esfuerzo es inútil, como tu. Escribes palabras que nadie leerá y que ni siquiera valen la pena en ser escritas. ¿Por que desperdicias así tu vida, o mejor dicho; Esto es vida?
La duda me domina, me paraliza y me tiene en sus manos.¿Que haré? ¿Tendrá razón?

Y en ese momento mi dedo indice derecho se desliza temblando por las blancas teclas del teclado.

Se detiene, tiembla, duda, esta insegura, tiene temor de si sus actos tendrán repercusiones. Los tendrá.

Aprieta una tecla.

miércoles, 6 de abril de 2011

Cemaforo

Como un acuario.
Comentario en "blog."
4 de Diciembre 2008, 22:43 hrs.

Semáforo.

Espero, mis dedos tamborilean en el volante mientras siento la tibia atmósfera de invernadero del interior del coche. Puedo percibir la ligera vibración de la palanca de cambios mientras se mantiene en la posición de neutral, que tal vez deberíamos de llamar de indecisión, pues no hace ni avanzar ni retroceder. Mi pie esta suspendido a pocos centímetros de los pedales, en espera, no hay necesidad de pisar el freno y detener mi lenta marcha, mientras ese pequeño cíclope de ojos cambiantes que es el semáforo no me de su guiño verde que me indique avanzar.
Reflexiono si este semáforo no sera una pequeña analogía de la vida; A veces salimos despedidos como bólidos y otras tantas ocasiones debemos de esperar pacientemente mientras avanzamos a paso de tortuga mientras nos dirigimos, con lentitud variable hacia ese destino común e inevitable que es el olvido. Reflexiono que lo interesante no es la velocidad, no, lo importante es el trayecto, este camino lleno de baches, curvas, coladeras abiertas y este infinito numero de intersecciones que plagan el camino de la vida. A veces creo que es bueno que existan esos pequeños semáforos que son los amigos, los maestros, los libros y las situaciones fuertes que regulan nuestro devenir en este transito pesado que es la vida.
Veo que hay gente que le intenta ganar al semáforo, ganar esos pocos metros vacios, que de todas maneras, solo le adelantaran un poco y que no terminan mas que en causarles problemas a los demás.

Sentado en el coche recuerdo el texto donde un hombre se queda ciego frente a la luz roja de un semáforo; Su Ceguera era blanca. Me pregunto si los que nos desesperamos frente al semáforo no seremos todos ciegos, ciegos a la vida, a los demás, al dolor ajeno, a las necesidades de la masa anónima que nos acompaña en cada momento de nuestra existencia y de la cual formamos parte, y que espera, solamente, que la luz cambie, ajenos a los peatones, y a esa rola de Cole Porter que brota lenta y plácidamente de las bocinas del automóvil, pegajosa como melaza.

El cíclope parpadea y su ojo verde surge mágicamente de su órbita vacía, mientras su ojo rojo y cansado, irritable, se oculta.

Pie, pedal, movimiento de palanca y una vez embragada la velocidad me desplazo suave y lentamente, unos metros, no más, hasta que el cíclope dictador vuelve a mostrarme su ojo rojo y cansado.

Me detengo.

Tal vez demorare algunas luces mas antes de salir de este atolladero. Me reconforto en el asiento, también es bueno disfrutar de los tiempos muertos.

Luz roja.

domingo, 3 de abril de 2011

Torres electricas I

Aldonza.
Comentario en "blog".
Viernes 14 de Mayo 2010

Torres eléctricas, Linea Matsushiro.


A veces, si las vez con cuidado te darás cuenta. Te darás cuenta de que las torres eléctricas se menean, que se mecen, que así se dice; Placidamente en el viento. Mientras sus cables que penden de ellas cantan y se comunican con ese zumbido chisporroteante de alta tensión.
Las torres son altas y escuálidas, metálicas y sumamente resistentes: Paradoja está la de ser objeto solido y resistente a pesar de que su estructura metálica atrapa el vació y es este mismo el que le sostiene,con increíble rigidez estructural. A pesar de eso las torres no son vaciás como pudiera pensarse. Están llenas de sueños y de los cuentos que les narran otras torres, de lejos y que transmiten sus cuentos y sueños de torre a torre a la velocidad de los electrones que viajan dentro de sus cables de cobre, como inundación incontrolable.
Y así es que sueñan, mientras bailan con el viento.

Ayer se fue la luz en la casa. Caí en ese vació primigenio dentro de mi cueva moderna. Caí preso del encanto de la luz de una vela mientras veía el techo y pensaba en pintar otro Altamira o Lascaux. Me sentí cromagnon mientras un ruido del viento azotaba mi ventana, entonces las vi. A las torres eléctricas. Avanzaban en fila, en linea, como debe ser, a paso lento y bamboleante, meciéndose por el aire.

Dejaron de soñar para ponerse en movimiento e irse de vacaciones a la playa. Las seguí con la vista por largo rato mientras se me antojaba correr y subirme al hombro de una de ellas y ver el amanecer en la costa, donde dejarían de ser torres;Serian palmeras.