lunes, 8 de junio de 2020

Lunes.

 
Lunes 8 de Junio del año de la pandemia.
 
Para K.

Hoy es lunes, aparentemente el último que seguiremos en confinamiento antes de que la próxima semana todos podremos salir a enfrentar como gladiadores esa pequeña batalla diaria llamada trabajo. Regresaremos todos (y todas, para ser políticamente correcto) a un a realidad que le han dado por llamar "la nueva normalidad" que si será nueva, pero para nada normal. regresaremos a la calle, a los espacios llamados públicos con nuestros rostros cubiertos, ahora mas anónimos que antes y, tal vez de alguna manera amenazadores. Tendremos que guardar distancia y ser respetuosamente desconfiados de todos los demás, no vaya a ser que alguien nos contagie este virus mortal y pasemos a engrosar la negra estadística de la gente que fue y ahora ya no es.
Volveremos a llenar las calles que antes vacías ahora se verán llenas del miedo y desconfianza. Sumaremos una incertidumbre más  al vaso lleno de cálculos de nuestra existencia. Tengamos cuidado. no dejemos que la incertidumbre se transforme en miedo, ese sentimiento que la mayor parte de las veces no es otra cosa más que la rabia y la furia disfrazada. Dicen que el mundo cambiará, y por como lo pintan cambiará para peor. Pero: ¿Es acaso lo único que nos deparan? ¿No podrá ser el mundo de otra manera más que la tragedia que debemos aceptar por que es "inevitable"?¿No podrá ser más el mundo justo, solidario y lleno de esperanza y por lo tanto igual la realidad?
Vivimos tiempos de cambio, esta enfermedad solo vino a poner en evidencia las realidades muy visibles que preferimos olvidar o volver  la cabeza hacia otro lado para ignorarla, o tal vez solo decidimos girar nuestra cabeza hacia otra pantalla, esa, que nos muestra un mundo más acorde a lo que pensamos y que no nos causa ningún sentimiento negativo.
Pronto volveremos a las calles en una reconquista de los espacios que son nuestros, porque lo son por derecho, en mientras te deseo lo mejor en estos últimos días de encierro.

Te deseo salud y mucha vida, con la que afrontaremos lo que se nos viene por delante.

lunes, 13 de abril de 2020

Día del beso en tiempos del CoVid

Lunes 13 de Abril del veite- veite.

Para K.

Y pues bien, que hoy es el "día internacional del beso" y veo, que en el contexto de alerta sanitaria que vivimos ( Por el dichoso virus SARS-2 CoV 19)  hoy es difícil practicar la costumbre de cariño o aprecio de propinar al de enfrente un sonoro, o a veces tronado, suave o humedo ósculo, ya sea este en la mejilla, boca, o en cualquier otra parte de la anatomía que el emisor considere prudente y el receptor aceptable en este curioso ciclo de la comunicación en el cual, las palabras salen sobrando.
Pero ahora no es posible, la contingencia hace que rehuyamos a los otros, que ocultemos y giremos la cara, que nos atrincheremos a defender nuestro muy preciado "espacio vital" (labensraum), como aquel, que defendió un pintor austriaco  nacionalista y que termino en la desgracia de 80 millones de muertos. Que tiempos estos, en que el enemigo invisible (Pero no por eso inexistente.) hace que nos artillemos con alcohol en gel y desinfectante y brindarnos atrás de los tapabocas para convertir el rostro de nuestra demografía en una, aun mas,  anónima y sombría. Parecerían estos rostros embozados, multiplicados, expandidos -como si de otra infección se tratara- son la misma cara de la muerte, el faz anónima y multi presente de la mismisima peste, que en este caso no sera negra, si no acepticamente azul o blanca (O del color que el usuario quiera).  Que epidemia es esta, que hace que nos aterrorice el de enfrente, el vecino, el ser querido, pero, sobretodo; Al antes esperanzador empleado de salud.
Pronto saldremos de esto, de esta prueba inesperada, espero que renacidos después de estar encerrados durante semanas en el capullo de nuestras casas. Tengo esperanza en que surjamos transfigurados, como las mariposas, mejores, mas fuertes y solidarios, empáticos entre notros y con todas las formas de vida.
Y ahora me despido, no sin antes mandaste un beso parea celebrar este día, uno solidario y reconfortante, cariñoso, lleno de empatía y totalmente inmune a los virus que no sea los de las computadoras, pues este es electrónico y virtual, pero muy sentido y autentico.
Suerte y nos vemos después de este pequeño ensayo del fin de los tiempos.

miércoles, 15 de enero de 2020

Veinte, veinte...

Leí hace un poco que el próximo año sera difícil, como todos diría yo,  tal vez el autor de esas palabras se refería a que el siguiente ciclo anual sera, particularmente difícil en comparación a la historia reciente. El próximo año, ese que esta por nacer, nacerá viejo, prematuramente avejentado, continuador de los problemas, haberes y deberes de este año 2019 que esta cerca de expirar. Es verdad esto, este año vera la luz un poco viejo, como todos nosotros lo seremos un día mas el primero de Enero. Estaremos, diría Sartre un día y un año mas cerca de nuestra muerte, de esta, la perpetua y silenciosa acompañante que nos sigue silenciosa por toda partes y que nos acompañara siempre en todos los caminos.
Parecerá entonces un despropósito el desearte un buen año, pero me atreveré a hacerlo: Te deseo un buen año en la medida de los posible, un gran año, si los astros y las oportunidades se alinean y encuentran su cause hacia tu persona. Te deseo un año lleno de experiencias, pero también de tranquilidad. Espero que si las tragedias golpean tu vida, la afrontes con fuerza y aceptación. Que los dolores, que inevitablemente se presentan en la vida te sean sean pasajeros y sobrellevables. Que nadie cercano a ti muera, y que si este suceso inevitable acontece, tengas aceptación y rápida sanación en tu dolor.

Que las cosas previsibles del próximo año, que todos los problemas y amenazas que acechan en el horizonte sean eclipsados por cosas imprevisibles, y por lo mismo fascinantes.

 Y ahora me despido, no sin antes decir : ¡¡Salud...!! Y a dar buena cara a esta próxima aventura de 365 días llamada de hoy en adelante dos mil veinte.