viernes, 24 de febrero de 2012

Monstruo.

Miss Tutsi Pop.
24 de Febrero 2012. Día de la bandera.
Comentario en "blog".

Y eh aquí un monstruo, el mas terrible de todos. Mas que aquel terrible Indric ruso, tan inmenso, que sus pies dejaron planas las grandes llanuras de Siberia y su voz se escuchaba como el trueno. Terrible, mas aún que el temible, pero nunca visto, Kraken, del cual nada se sabe, pues todos aquellos que lo vieron murieron víctimas de terribles naufragios. Monstruo terrible, aún más, que aquel gigante de ojos amarillos que el joven Victor Frankentein animara en su solitaria habitación de la universidad de Ingolstad después de haber estudiado y disecado cadáveres. Si, este monstruo es terrible, cuál mas, es el devorador de almas, de los otros, de la fuerza y vida de los demás, es el cruel, el sádico, el esclavista, el que todo lo desea y todo lo pervierte, es el ser babeante por placeres, de los mil apetitos, de comida, toda ella, de riqueza, de honores, de sexo, de recursos, es el que todo lo desea y todo lo destruye, el que quiere todo y todo lo arruina. Todo esto, movido por único interés egoísta de llenar el gran vacío que mora dentro de si y que no tiene llenadera, podría ingerir este planeta, como agujero negro, de esos, que se dice, rondan el universo. Y aun así, después de haber tragado y consumido el planeta entero y todo lo que mora en el, seguiría insatisfecho. Bicho curioso es este terrible monstruo insaciable de tamaño diminuto al que de ahora en adelante llamaremos por su nombre. Le diremos, simplemente: Hombre.

viernes, 10 de febrero de 2012

Vudú...

Anécdotas.
9 de Febrero 2011.
Textos. Correo electrónico.

Vudú...
Cosas reales, anécdotas...

I.

No creo en lo sobrenatural, no le creo. Eh vagado por panteones y trabajado, muchas veces solo, de un día para otro, en lúgubres pisos de solitarios edificios que, no faltaba más, tenían fama de embrujados, sin mas compañía que una computadora, un radio y de equipos mecánicos y electrónicos relacionados a mi profesión; Como reveladoras e impresoras de sublimación, maquinas estas, que despedían ruidos como de respiración mortuoria o de rictus de dolor cadavérico, pero sustos, apariciones espectrales o espantos, de eso nada. ¿Nada? Nada. Tal vez, por no desistir de la idea común de que los espantos aparecidos y cosas similares existan, debo decir, en contra mía por cierto, que tal vez soy alguien tan poco impresionante o memorable como para que algún fenómeno sobrenatural se tomara la mínima molestia en espantarme, tal vez, el irritado fuera aquel espanto que, molesto por mi impertinente, molesta y sosa compañía prefiriera descansar y dejar de trabajar temprano y esperar que la ocasión fuera mas propicia, o al menos con un publico mejor y mas numeroso.


II.

Desde hace años duermo como topo, con la cabeza tapada por el esbozo de la cobija, hecho ovillo y solo con un pequeño túnel entre las sabanas, a la altura de la nariz, que me permita respirar aire frió y fresco, muy distinto al caliente y sofocante que existe en el interior de este capullo de algodón y lana que es el ovillo de tela que envuelve mi cuerpo. No temo a la obscuridad, como cuando niño, ni le tengo miedo al rayo o al viento chocando contra mi ventana, por lo general mi sueño es profundo y de un jalón. Pero a veces, me pasa un raro fenómeno. A veces, mientras duermo, parece que estoy consciente que duermo y escucho: Escucho. Escucho los pasos de alguien que camina alrededor de la cama, lentamente y con cadencia, bordea el perímetro de esta y a veces, siento como se sienta, en el borde de la misma, cerca de mis pies. Algunas veces esto, lo que sea que sea, me ha abofeteado y susurrado mi nombre cerca de mi oído. En estas ocasiones me incorporo de un salto para descubrir con mis ojos miopes una realidad de obscuridad desenfocada donde todo esta en su lugar, curiosamente, estas experiencias no me espantan ni me inquietan, me sorprenden, a pesar de cada vez que eso me ha pasado aparecen, rodeando mi cama una serie de moscas muertas, que siempre son mas de tres y nunca menos de cinco, que, curiosamente no estaban ahí, ni en el cuarto la noche anterior. Y lo cual me hace cuestionarme si este espectro o lo que sea que me visita en sueños nocturnos no se podrá rentar como una especie de control del plagas, pues, por lo visto, para matar moscas e insectos voladores es mas eficiente que cualquier poderoso insecticida, de esos que anuncian en la caja idiota y ultraplana que es la tele. Pobres de esas moscas muertas repentinamente y aparecidas no en el muro ni en la cortina sino fulminadas letalmente en el suelo. No se que sea, ni que signifique. Pero lo que si se, es que el último día del año pasado (30 dic 2011) tuve un episodio similar pero con un giro diferente. Nuevamente escuche los pasos alrededor de la cama y sentí que algo se sentaba a la altura de mi abdomen, en el borde mismo de la cama, ahí, senti como una mano me tomaba de la piyama y la jalaba con fuerza. Al instante desperté sorprendido, pero no asustado y al estar acostumbrado a estos fenómenos me volví a dormir, o como en mi estado semiconciente dilucide, volví a dormir en mi sueño. Y es que por alguna razón que no identifico era consciente en ese momento de que dormía y de que lo que paso no era mas que un sueño, es decir que dormía y soñaba que soñaba. Así pues soñando que soñaba que soñaba nuevamente, después de un rato sentí como lo que sea me jalo del faldón de la piyama y me abanicaba el rostro con su fría y fresca mano nuevamente desperté y prendí la luz ahora exasperado y molesto. Pues que se cree este ente o cosa para venir a perturbar mi sueño, yo cansado y develado y para colmo, con la obligación de madrugar a la mañana siguiente. ¿Que se cree tan importante como para venir a robar mis valiosas y escasas horas de sueño? Totalmente exasperado y en voz alta apóstrofe lo siguiente: "Eh tú, como te llames o quien quiera que seas. ¿Que demonios quieres de mi? Dímelo ahora mismo o si no dejadme descansar". Espere un rato, semi incorporado en la cama y con mi vista miope fija en un muro desenfocado, espere, espere y nada, nada sucedió ni pasos, ni voces, ni mi nombre susurrado en el vacío, nada. Y como nada paso, regrese a esta cueva de lana que es la cobija a intentar recuperar los instantes de sueño que este ente me había querido quitar. Sueño este, profundo y para nada filosófico, libre ya de la sensación teserac de ser auto consciente, de estar dormido y soñando y dentro de este sueño soñar que soñaba que algo me visitaba.

Han pasado unos días y mi tranquilidad nocturna no ha sido ya más interrumpida. Ahora hay algo que me empieza a angustiar, y es el hecho de que tal vez, el ente que habitaba mi mundo nocturno se haya ido, exorcizado por la rudeza de mis palabras y con lo rudo de mis acciones. Abandonara el espacio físico de mi cuarto y el semi-lucido de mi conciencia de estar dormido soñado que sueño. Que se haya ido con sus manos frescas, sus pasos inaudibles, el susurro de mi nombre y su colección de moscas muertas a otro cuarto mas interesante habitado por alguien que valga mas la pena espantar.

Esa idea me preocupa, me angustia, y para no variar... Me aterra.


III.

La gente en casa esta angustiada, cada mañana, en el ángulo de la esquina del muro de mi casa aparece un limón. Uno grande y fresco, de buen tamaño y sin magulladura o marcas de mosquitos y que, por mucho que imagine, no llego ahí por movimiento propio calledondose de un árbol cercano y rodando hasta acomodarse, cada día, en la misma esquina. Siempre aparece solo, aunque algunas veces aparece acompañado por marcas de gis hechas sobre el áspero cemento de la banqueta. "Es un embrujo" Me dicen. Y no logro llegar en mi cabeza el por que le debo de tener miedo a un cítrico amarillento de mas o menos buen tamaño, cascara gruesa y mucha vitamina "C". ¿Por que abría de tenerle miedo, de voltear mi vista hacia otro lado evitando mirarle y evitar su espacio como si de una granada de mano o elemento altamente radiactivo se tratase? Si es un embrujo tal vez se sientan ofendidos cuando de un pisotón reviento y destripo a este pequeño cítrico, para después de un patadón mandarlo a rodar calle abajo, mientras digo en voz alta: "Ahí tienen dioses antiguos que tengan buen viaje, con todo y su maleficio" Sin embargo, tal vez ayer (25 de dic) el maleficio tomo nueva forma, pues al salir de mi casa me encontré, ahí mismo, exactamente a la mitad de la cochera, una retorcida rama de árbol, de mas o menos buen tamaño, quemada en todos lados excepto en la punta de una rama y convertida en una estatua de ceniza de color blanco grisáceo. Estatua esta que al tocarla con el pie se volvió inmediatamente polvo, lo cual mas que inquietarme me enfureció. Regrese a la casa y armado con una escoba empece a barrer, con movimientos vigorosos lo que quedo de la rama y la ceniza, precisamente pisoteada con el desprecio de mis zapatos, hacia la banqueta. Una vez terminada la labor de barrerla hacia la banqueta empece a abanicar y dispersar al aire con la escoba el montoncito de ceniza blanquecina mientras en voz alta y molesta le decía: "Ahí tienen dioses antiguos de los cuales desconozco el nombre, sépalo bien, a mi nada pueden hacerme, pues yo solo le temo a los dioses de los cuales conozco su nombre, así que cuando me lo quieran decir regresen y con todo gusto me moriré de miedo" y así continúe, barriendo con movimientos frenéticos y exultantes.

Algunos días han pasado, y no han aparecido mas limones. Tal vez quien me embruja se harto de mi actitud poco comprometida, tal vez estoy embrujado y maldito ya, pero en mi estupidez abyecta no me eh dado cuenta, tal vez el limonero se quedo sin limones y las plantas que se queman hasta dejar una escultura de ceniza blanca están escasas, Lo que si sé, es que así como estas cosas aparecieron en mi casa de improviso, así han desaparecido. Aunque algo me inquieta, que tal vez, un día próximo aparezca un limón solitario en la esquina de mi casa, con una etiqueta puesta y en ella el nombre de un dios desconocido y antiguo, dios este, que por respeto a la deferencia, deberé temer por el simple hecho de conocer su nombre...