lunes, 24 de octubre de 2011

Ríos.

20 de Noviembre 2008.
Como un acuario (Abril).
Comentario en "Blog".

Ríos:

Hay ríos, de cuerpos hídricos y a temporales, hay ríos humanos de flujos corpóreos, físicos, como aquellos que me destrozaban mis maquetas y mis laminas en mis lejanos días de estudiante, esos flujos inmensos de gente que me presionaban el pecho y el abdomen hasta hacerme sangrar la nariz. En estos momentos, mientras luchaba por nadar contra corriente en este flujo humano me sentía rodeado de la mas absoluta soledad.
Están los ríos conformados por el fluir del tiempo, estos, que son tan ligeros y tan abrasivos, que nos erosionan el rostro y el cuerpo, que nos engañan con su levad y que, a la larga, terminarán por matarnos.
Existen los ríos de la pasión que nos impulsan y al mismo tiempo nos consumen con su tibia llama. existen también los ríos de las palabras, aquellos que nos anegan los oídos y los ojos con su contenido, valioso o insulso.

Hace tiempo que deje de luchar contra la corriente estos varios y numerosos ríos, a veces traslapados el uno sobre el otro y de velocidades cambiantes. Hace rato que soy solo un cuerpo a la deriva que flota en ellos.
Si la recta es la distancia mas cercana entre dos puntos este movimiento de abandono, circadiano es lo opuesto.
La distancia mas cercana entre dos puntos es dejarse llevar, estoico, por el flujo de las cosas hasta completar el ciclo y regresar a este final que no es otro que el origen de las cosas.

Así pues a flotar y a dejarse llevar hasta regresar al eterno origen, un día de estos el circulo sera completado y regresare al inmenso mar es que el origen de las cosas y cuyo brazo diminuto es este fluido por el que transito en este momento.

Aunque no le veo, siempre puedo ver y distinguir a las gaviotas en lontananza, y oler la fina humedad en la sal de mi destino.

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