Nubes rojas
05 agosto 2011
Tristeza.
No podemos despedirnos de nuestra tristeza, de esa que nos acompaña desde que nacemos y que nos seguira hasta la tumba. En todo caso podremos decirle muchas veces "hasta luego", a veces por periodos prolongados. Pero nunca podremos decirle adiós. púes siempre estará, tímida y discretamente, siguiéndonos de cerca, invisible, hasta el momento en el que sea necesaria y se presente puntualmente en nuestra vida, inoportuna y pesada, pero sobretodo fiel y personal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario