domingo, 18 de septiembre de 2011

Sacrificio.

Miss Tutsi Pop.
Comentario en "Blog".
6 de Septiembre 2011.


Sacrificio.

Anécdota (s):

Ofrenda a los amores pasados...

Muchas veces, mil diría si fuera exagerado, eh ofrendado la visera sangrienta y palpitante que mora en el obscuro interior de mi pecho.
Una, y otra vez, este pobre corazón de músculo liso y cuatro cavidades, conectado a la aorta, que ni mas, ha sido puesto en sacrificio, como lo hacían, los hombres de antes que nosotros, "los del ombligo de la luna", en el gran Teocalli del templo mayor.
Mi corazón a sido sacrificado en teocallis anónimos, con ambiciones mas modestas, no pedía (Ni esperaba.) que el mundo siguiera girando por obra y gracia de mi sangre derramada, no quería calmar la sed del sol, este astro que sangra cada tarde al ser rebanado por el filo de la cuchilla del horizonte. No, no pedía tal cosa, ni siquiera granjearme la amistad de Tlalóc, Huitzilopochtli o de Tezcatlipoca, amistades estas, que de echo podrían ser útiles en el diario devenir. No. Me sacrifique, una y luego otra vez, intentando hacerme merecedor a una mirada tibia y tal vez condescendiente, a la sonrisa fácil, y tal vez, como introducción a algo mayor, al roce efímero de las de manos.

Fáciles conquistadoras de mi alma: ¿Cuantas veces les ofrecí mi corazón, palpitante y sangrante del dolor de la soledad y el deseo contenido? ¿No me ofrende ante ustedes en el teocallis anónimos que son esos espacios solitarios, llenos de gente, de las plazas, los bares, los salones de clase?

Muchas veces ofrende esta, mi visera palpitante, esa, que de tan vulgar, los carniceros la ocultan de la vista (Con perdón de Marguerite Yourcenar).
Ofrende, muchas y muy variadas veces, esta visera de musculo liso, de dos ventrículos y cuatro cavidades y que tantos dolores de cabeza me han causado a pesar de morar en mi pecho.

Corazón, muchas veces has sido sacrificio rechazado y de tantas heridas vudú, de tanta aguja clavada, pareces viejo alfiletero de sastre.

Por eso lo he decidido, te he condenado a un nuevo sacrificio. Al de morar en la obscura soledad del pecho atado al frió de la razón y las cadenas de la conciencia, al ritmo de la lógica y la cadencia del trabajo. Al ritmo metódico de las responsabilidades, de los eres y haberes. A la dictadura del tirano de la cabeza que es el cerebro, a ver si a si olvidas corazón de sacrificarte por causas tontas e inútiles.
Pero creo que eso, no podrá evitar, por mucho que lo intente, que en un instante de locura intentes nuevamente caer en sacrificio, en cualquier teocalli improvisado de concreto y chapopote, donde sucumbirás en holocausto ante la soberana deidad pasajera que de una sonrisa.

3 comentarios:

  1. Todo tiene una causa y un efecto, saludos Carlos el intelectual

    Adriana

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  2. Gracias, gracias, pero intelectuales, intelectuales: Los de Cafecito en Coyoacan. Yo solo soy un escritor (bastante) irregular.

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  3. jajaj hasta simpático me saliste te dejo mi correo ojala tengamos contacto luzdenoche41@hotmail.com
    Adriana

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